jueves, 20 de marzo de 2014

Las buenas amistades

No es nada nuevo, todos sabemos que tener amig@s en quienes confiar es casi terapéutico, pero hay que saber bien quiénes son realmente esas personas en las que ponemos nuestras confidencias, pues se han dado muchos casos de falsedad y ni para qué seguirle, todas nuestras charlas llegan a oídos de personas que no deberían estar enteradas; pero así es esto, por eso les digo que hay que saber elegir a nuestros amig@s.
Una cosa que no siempre se dá, son las amistades en el trabajo, aunque obvio no es tampoco imposible, sin embargo, por cuestiones de competencia, capacidades, conocimientos, experiencia, etc. no siempre se consigue entablar una amistad, tal vez haya armonía y trabajo en equipo, pero nada más; y en otros casos se llegan a hacer amigos y pues la jornada se hace más llevadera al sentirse uno más relajado.
Las buenas amistades son tan importantes como tener una buena relación con la familia, es parte importante del humano y de su función social, somos así, hechos para estar en compañía y tan es así, que la gente que pasa mucho tiempo sola llega a tener problemas de conducta, adaptabilidad, seguridad, etc., por eso no podemos negar nuestra necesidad de tener con quién desahogarnos y escuchar palabras de aliento o consejo.
Ahora con los avances en la tecnología, los smartphones, redes sociales y demás, nos pasamos el tiempo con la mirada en la pantalla y moviendo los dedos, dejando en silencio nuestro alrededor, levantando murallas, y ya no somos espontáneos, no platicamos o sonreímos a alguien o incluso ni vemos como está el día por estar en internet, etc., y así nos vamos apartando de la familia y amigos, entre otros.
Espero que no lleguemos a ese punto en el que se deje de tener una buena conversación con alguien, por tener el celular en la mano y sobre todo, no dejemos de alimentar la relación con nuestros amigos, pues de por sí es difícil encontrar y que sean sincer@s.

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