domingo, 31 de mayo de 2009

Mis Cotorritos del Amor

Hola! :) En esta ocasión les contaré un poco sobre mis cotorritos del amor: Dorothy y Oz.




Dorothy ha estado muy enfocada en hacer su nido, todo parece indicar que la familia va a crecer en poco tiempo, para mi sorpresa lo ha hecho bastante rápido, en la foto se puede ver donde está casi por completo adentro del quiote.






Es muy agradable tener cotorritos del amor, no sólo porque se la pasan haciendo sonidos todo el día, sino porque verlos es también gracioso, se dan "besos" y se acicalan muy romanticamente, aunque sin razón alguna de pronto los ves en una especie de batalla y haciendo un ruido impresionante, pero en general, predomina el buen humor y amor entre ellos.






Cabe señalar que es la hembra la que construye el nido, hasta el momento la participación de Oz ha sido casi nula, de pronto se mete pero parece más una supervisión del trabajo realizado por Dorothy que una contribución de su parte, pero no me extraña, en la vida humana también es la mujer quién casi toma todas las decisiones de cómo se decora la casa, etc., así que no me parece tan extraño.


No tengo idea de cuando tendrán familia, ni se realmente lo que se debe hacer, pero creo que ellos se hacen cargo de los polluelos sin tanto problema, en ese aspecto son muy unidos pues el macho toma riendas en el asunto y ayuda a alimentar a los recién nacidos. Toda una pareja comprometida con su descendencia, bien por ellos!


Bueno pues después pondré la foto de los polluelos para que los conozcan y espero salgan mas coloridos que sus papás, pues parte del atractivo de estas aves es su llamativo color, pero sólo Dorothy (verde con amarillo) contribuyó un poco en eso ya que Oz de plano dejó mucho que desear (celeste claro).



Saludos!!

viernes, 29 de mayo de 2009

Para mantenerse joven...


Me mandaron un mail donde decía que para mantenernos jóvenes es de gran ayuda hacer lo siguiente:


1.- No mortificarnos con nuestra edad, peso ni estatura.

2.-Conservar amistades que sean divertidas (los depres tiran para abajo).

3.-No dejar que el cerebro se vuelva perezoso, hay que aprender más de computación, tecnología, jardinería, cocina, lo que sea que nos haga trabajar neuronas.

4.-Apreciar las cosas pequeñas, a veces oír a los pajarillos cantar es relajante!

5.-Reír mucho tiempo, varias veces al día. Y si tenemos una amistad que nos hace reír mucho, hay que frecuentarla mas.

6.-Si algo nos hace llorar, hay que aguantarlo, sufrirlo y superarlo. Hay que vivir mientras estamos vivos!!

7.-Rodearse de las cosas que amamos, nuestra familia, amigos, mascotas, hobbies, etc.

8.-Cuidar nuestra salud, si es buena hay que conservarla, si es inestable hay que mejorarla y si no mejoramos hay que buscar ayuda.

9.-Hay que decirle a la gente que queremos, que les queremos.


No estamos solos en la vida, y nadie vive cosas nuevas, ya desde la edad media se padecían los mismos males y problemas y se han superado, así que seamos optimistas y tratemos de que nuestro paso por este mundo sea de la mejor manera y procurando que los que nos rodean sientan lo bueno de estar cerca nuestro.


Éxito y felicidad para tod@s!!


Saludos

jueves, 28 de mayo de 2009

Mal Servicio Veterinario

Hola,

Hace varios días mi cachorrita de 5 meses de raza Beagle se puso muy malita, todo empezó una tarde que la saqué de paseo por el parque y unos perros le ladraron de tal modo que se asustó mucho, en verdad, entró en pánico y hasta se hizo pipí y popó en ese instante, yo lo que hice fue irme rápido a mi casa, pero todo el camino se la pasó llorando y ladrando de una manera en la que nunca lo había hecho. Una vez en casa la perrita se escondió en el fondo de su casa y no salía, hasta que por fin, se calmó.

Al día siguiente amaneció "bien" un poco tranquila para como suele ser, pero no pensé que hubiera algo mal hasta que le hablé para darle un baño; de nuevo empezó con los lloriqueos y ladridos del día anterior, cosa que me empezó a preocupar. La dejé tranquila hasta que recobró la calma pero se le veía algo inquieta.

Al día siguiente de eso, tan pronto le abrí la puerta en la mañana, empezó a llorar y se veía tristona, ahí me di cuenta que ya no estaba bien la situación y acudí al Veterinario, en donde empezó el verdadero tormento...

Ya había llevado yo a mi perrita a esa Veterinaria, pero hasta el momento solo para sus vacunas y un servicio de estética, lo cual había funcionado bien, pero ahora que la perra estaba en verdad mal, no supieron hacer nada mas que sacarme dinero por supuesto...

Cuando llegué y me atendió el Médico, le conté de inmediato el episodio del susto, él se limitó a oirme y procedió a checarla, primero le tomó la temperatura y resultó que traía fiebre, por ende diagnosticó alguna infección, por lo que la durmió por completo para poder sacarle sangre y hacerle el estudio... Una vez realizado me informó que no tenía nada, todo estaba dentro de lo normal y no se explicaba como podía tener temperatura y no tener infección.

Le dije que en el parque van muchos perros y le había encontrado una garrapata y dijo que a veces las garrapatas transmiten una enfermedad que coincidía con algunos de sus síntomas, pero me advirtió que era un poco costoso, yo preocupada por la mascota, le dije que no importaba y procedió con la prueba, resultado: negativo. Para esto, 5 Veterinarios (entre ellos practicantes) estaban al tanto de lo que pasaba y ninguno daba con la respuesta. Su única recomendación fue que la observara por 3 días a ver que pasaba, así que nos regresamos a casa, y sólo le "recetó" un medicamento para bajarle la fiebre (pero no funcionó).

Amelí (así se llama mi perrita) siguió mal, toda triste, sin caminar ni comer, solo recostada y viendo con pesar lo que yo hacía, pero el Veterinario dijo que había que esperar, así que esperé. Esa tarde le dí algunas croquetas que le doy como premio, con tal de que comiera algo, por fin lo hizo pero más tarde vomitó; al ver ese otro síntoma me lanzé de nuevo a la clínica y les conté lo sucedido. Una vez más le checaron la temperatura y seguía con fiebre, luego, el hijo del Veterinario tomó riendas sobre el caso y me dijo con preocupación que la sangre que le habían sacado el día anterior seguía muy líquido, no se había sedimentado y eso era peligroso, por lo que una vez más la durmieron por completo para sacarle nueva sangre y ver que tenía... en fin, nadie podía decirme que tenía mi perrita, la cual para ese entonces ya no comía nada ni podía caminar por la debilidad, yo empezé a pensar lo peor y el Vet no me tranquilizaba, en resumen, otro día de pasar mi tarjeta de crédito por su terminal pagando estudios que no conducían a nada. Terminó diciendo que la llevara a casa a ver como amanecía al día siguiente, yo en verdad pensé que la perra iba a morir en mi casa...

Al otro día de nuevo llevamos a Amelí a la clínica y se notaba que se ponía nerviosa con el simple hecho de estar ahí, de hecho tanto estrés tenía la perra que le dió un especie de vértigo y estando parada dió un giro, es decir, levantó las patas y volvió a quedar de pie pero se le veía la mirada perdida, ahí, de inmediato el hijo del Vet nos dijo que la perra tenía un problema central, es decir del cerebro, lo cual no era nada bueno, pues podía ser mortal, ya que de las posibles causas sólo 2 son curables, así que se puso peor la cosa, después remató diciendo que la única manera de estar seguros era haciendole una resonancia, la cual costaba $5,000 pesos, lo cual quedaba fuera de nuestro presupuesto y como si eso fuera poco, aún no tenía la certeza de qué enfermedad tenía, así que nos seguían sacando dinero pero no daban ningún diagnóstico. Antes de irnos nos dijo que estaban haciendo todo lo posible por resolver el enigma de su enfermedad y que si ellos no lograban descifrarlo, ningún Vet de Monterrey podría, así que tendríamos que mandarla al D.F. (así tal cual fueron sus palabras) Pero ahora al ver mi reacción de frustración ante su poca capacidad de diagnosticarla, le puso una inyección de cortisona (una dosis pequeña según él), para ver si le hacía efecto, ya que seguían sin saber que tenía.

Esa mañana llamé a mi Mamá para contarle y desahogarme y en la tarde mi hermana me llamó y dijo que buscara otra opinión. Rápido llamé a mi hermano para preguntarle si conocía a algún buen Vet y de inmediato me dijo que sí, por lo que tomé nota y salí volando con la perra...

Al llegar, le volví a contar todo, desde el susto, hasta lo que habían "hecho" los otros Vets, entonces tomó a Amelí en su regazo, se puso el estetoscopio (cosa que NUNCA hicieron los otros) y a los 2 minutos me dijo: "trae un problema en el corazón" originado por el susto que se llevó. Dijo: "está demasiado obvio, me parece raro que no lo hayan visto los otros médicos" a lo que contesté: "pues porque ellos no usaron estetoscopio, se fueron directo a examenes y pruebas que daban todo negativo". Resulta que la fiebre era porque traía la presión alta debido al problema cardiaco, así que le recetó unas cápsulas y un calmante.

En resumen, Amelí ya está perfecta, cumplió su tratamiento y está como nueva, no era nada cerebral como había dicho el otro Vet tan soberbio. Y sólo me cobró $ 345 pesos que era solo de medicamento, nada de consulta ni nada de nada.

La clínica Veterinaria donde sólo me sacaron dinero (casi $1,500 pesos) e hicieron sufrir tanto a mi perrita como a mí, se llama Doggies Veterinaria y se ubica en Av. Revolución en la Cd. de Monterrey. Mi queja no es por el dinero que me cobraron, sino por la actitud tan soberbia por parte del médico, y obvio, porque no me la curaron.

La clínica donde diagnosticaron a mi perrita se llama "La Nacional" y se ubica en la carretera nacional, antes de llegar al Cercado, N.L.
SE LAS RECOMIENDO está algo lejos, pero el Vet en verdad ama a los animales y los trata bien, no como los otros que en verdad dejaron mucho que desear con mi caso.


Saludos