sábado, 12 de enero de 2013

Mis tristezas, mis sufrimientos...

Raras veces nos detenemos a ver cómo se encuentra nuestra gente cercana, nuestra familia.
Estamos cerrados a lo que nos pasa, lo que nos preocupa o simplemente porque somos egoístas.
Nuestra familia es lo más preciado que tenemos, y muchas veces lo valoramos solo cuando nos vamos de casa, siendo que no deberíamos perder las atenciones y amor fraternal para los nuestros.
Sentémonos a platicar con nuestros papás, herman@s y busquemos entendernos y apoyarnos.
Yo suelo llamar a mi mamá cada 3er día y procuro ir a ver a mi familia al menos 2 veces al mes, eso me da paz y sobre todo busco darles apoyo y comprensión, pasar gratos momentos y convivir.
Las tristezas y sufrimientos son mas llevaderos cuando nos sentimos amados y acompañados.
Seamos nosotros los que demos el primer paso y cuidemos nuestra familia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario