viernes, 13 de julio de 2012

Navegando en mis lagunas mentales

(No me refiero al tipo de lagunas donde no recuerdas las cosas o situaciones, debido a cuestiones de salud o substancias ingeridas).

No es común en mí, perderme con la mirada en el vacío y ajena a lo que me rodea, pero he estado pensando que hacerlo de vez en cuando puede resultar inspirador, una especie de reiniciar la mente, no mirar nada, no oir nada, dejar los ojos abiertos pero no ver, solo respirar pausadamente mientras echamos los remos al agua de nuestras lagunas mentales, estoy segura de que ahí dentro hay miles de cosas que atender, la mente es tan increíble, no la conocemos realmente, no la aprovechamos, no la ejercitamos debidamente, aun así, no sé si toda esa gente que practica la meditación ha aprendido realmente algo o solo ha logrado ser mas paciente al entender nuestras incapacidades.

Como compositora es mi necesidad el despegarme de todo y volver a ver las cosas con ojos nuevos, sin prejuicios, pero es más fácil de decir que de hacer, la mente retoma esas cosas que hemos aprendido y que nos han dejado una marca, una enseñanza, un dolor, un algo.  

Escribo, luego lo borro, mi propia mente se autocensura, no por miedo al qué dirán, sino por ego, por no dejar ver algo de mí que me muestre débil; así las cosas, la mente nos encarcela o nos libera hasta la perdición.

Escribo canciones, las guardo, las vuelvo a tocar, las arreglo, las convierto en lo que quiero que sean, abro los ojos, despierto del trance, compongo canciones adentro de mí, cuando navego en mi mente, ahí se encuentran, ahí las dejo, ahí las tengo, cuando las necesite, busco en mis archivos mentales y las retomo con nuevos argumentos y luego terminan siendo algo totalmente diferente a lo que al principio fueron. La mente así lo quiso, la inspiración las maquilló.

Navegar para crecer, para conocerme mejor, no para perderme ni olvidar quien soy.  Todos podemos hacer todo lo que queramos, es cuestión de determinación, de controlar nuestros pensamientos y volcarlos hacia todo lo que nos es posible fisicamente, digo, tampoco vayamos a empecinarnos en querer volar.

Naveguemos pues y encontremos esa parte de nosotros que está guardada y que si la empezamos a conocer, puede dejarnos cosas muy gratas.

Saludos,

Terexe

No hay comentarios:

Publicar un comentario